Cercanía y deshielo. Silencios de azúcar. Sonrisas como plumas. Lluvia de pronombres.Trasatlánticos puentes. Café y ternura en el rincón del sofá.

La primavera, siempre.

Dunas de algodón sobre la almohada. Trenes y palabras. Confitura de caricias con chocolate. El beso tibio del verano. Océanos y bóvedas celestes.

El otoño preñado de realidad.

Lágrimas sin impermeable ni paraguas. Cuentas de colores en las ventanas. Magia sobre los tejados. Peces de plastilina en los espejos.

Y en invierno, si es preciso, tejeré una bufanda con las nubes malvas del atardecer...