Hubo un tiempo en el que lancé mis sueños al mar
para que, añejos y sabios, en vaivén de ola suave
regresaran a cantarme su existencia.


Algunos, a la deriva,

se tornaron conchas y piedritas de coral y otros,
acabaron en el vientre de ballenas sin final feliz de cuento.

A cambio, el mar me dejó a los pies de mis mareas
esta caracola malva de utópica realidad que hoy, acuna mi presente.

Vetusta Morla: "La marea"